lunes, 20 de enero de 2014

Rajoy, el pequeño tamborilero

Esta vez la Ostia en verso no trata de una noticia concreta, sino de un personaje lamentable y patético que está llevando al estado a la ruina. El honorabilísimo Mariano Rajoy.
Otro seguramente hubiera hecho igual que él, porque está quedando demostrado gracias a su total desvergüenza que los políticos son una casta que se protege y autoalimenta para seguir viviendo del chollo. En los debates parece que se llevan mal, se ponen de vuelta y media, y luego se van juntos al bar a tomar algo. Son compañeros de trabajo.

Bueno, el ilustrísimo Mariano Rajoy es este señor que vive sometido por Ángela Merkel, dejando que ella gobierne el estado a su antojo. A él ya le va bien así, con que lo mejor es dejarla hacer.
De vez en cuando da lamentables ruedas de prensa escondiéndose tras una pantalla de plasma, para que nadie le pregunte. Obviamente, no sabría que responder. ¡¡¡¡¡La última rueda de prensa del año la dio en directo!!!!!! Eso sí, respondiendo tonterías y tirando balones fuera.

Este ha sido el año en que hemos aprendido mucho de economía, y de empleo de la lengua española. De economía hemos aprendido lo que es la contabilidad A y B,  y que además de cuentas suizas también hay sobres madrileños, valencianos, etc., donde meter bien de pasta. En el empleo de la lengua hemos tenido las clases magistrales, entre otros , de la gran Mª Dolores de Cospedal con su “Simulación de indemnización en diferido de lo que antes era una retribución”, refiriéndose a la pasta que le pagaron a Bárcenas cuando le echaron de tesorero. ¡¡¡Pues aún hay gente que los defiende!!!

El año ha acabado con la reforma de la ley del aborto, que es una clara cortina de humo para esconder toda la basura que tienen dentro del partido, pero que van a arruinarle la vida a muchísimas personas. Dicen que defienden la vida pero, si tienes un hijo con graves deficiencias, no vas a tener ninguna ayuda para cuidarlo, ya que están quitándolas todas. Vaya, que lo que defienden no es la vida, sino el parir. Habrá que ver cuántas señoras del PP, y cuantas hijas de diputados, abortan en la clandestinidad. ¡¡Yo de hecho se lo deseo a todas!!  ¡Que el Karma les devuelva todas sus fechorías!

Podríamos seguir hablando de la exsanidad, exeducación, el exderecho a un trabajo digno, el exderecho a una vivienda digna, y demás logros de esta gente, pero, me estoy empezando a calentar
Bueno, en estas fechas tan entrañables vamos a dedicarle un tierno villancico al jefe de todos estos delincuentes.

 Mariano Rajoy, si en 2014 desapareces del mapa, harás feliz a mucha gente. A mi me da igual que sean fuerzas superiores o terrenas (un rayo divino, o 200kg de goma2). Simplemente creo que el beneficio de la mayoría, está por encima del tuyo propio.

Miguel Rafael Martos Sánchez, artísticamente conocido como Raphael (Linares, Jaén, España, 5 de mayo de 1943), es un cantante español.

Raphael empezó su carrera profesional como cantante con el sello discográfico Philips. Para distinguirse asimismo adoptó la grafía "PH" del nombre de la compañía y se "bautizó" como "Raphael". Sus primeros sencillos fueron "Te voy a contar mi vida" y "A pesar de todo" entre otros. Raphael es conocido internacionalmente por su expresión facial, ya que en cada canción tiende a adoptar gestos altamente dramáticos en su rostro. También posee una voz profunda y grave que ha usado con frecuencia desde el comienzo de su carrera hasta evocar la aproximación de integrante de coro en algunas canciones.


«El pequeño tamborilero» es una canción de Navidad popular épica, cuya letra relata la historia imaginaria de un niño que se gana la vida con un tambor y que, no teniendo nada con que obsequiar al neonato Mesías en la Nochebuena, decide darle una serenata con su instrumento como prueba de amor, hecho ante el cual el Recién Nacido le mira y le sonríe dándole a entender que ha comprendido la intención.
La primera versión grabada que Raphael hace de “La canción del tamborilero” la podemos encontrar en “Raphael canta a la Navidad” (1965-Hispavox -actualmente sello discográfico de EMI). Un LP millonario en ventas, no solo cuando apareció, en las Navidades de 1965, sino también año tras año, de modo que once años después Hispavox lo reeditaría en formato single.

El 5 de febrero de 1966, La canción del tamborilero, se situó en el número uno en la venta de singles de España y permaneció en ese lugar durante 2 semanas.


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